Yoga suave para el dolor y la fatiga

Yoga para la fibromialgia y otras molestias crónicas

Fibromialgia, enfermedad autoinmune, fatiga, dolor y mujer de más de 40 parecen ser términos que cada vez más aparecen de la mano. Y no es casualidad, ¿sabías que el 90% de las diagnosticadas con fibromialgia son mujeres?

Quizás tú no lo estés ni seas mujer, pero puede que vengas sufriendo ya molestias crónicas durante años sin que nadie sepa explicarte cómo ni porqué, ni darte solución a ello.

Y eso tampoco es casualidad. ¿Las causas? Bueno, los expertos todavía están tratando de resolver ese enigma. Se cree que factores genéticos, traumas físicos o emocionales y trastornos del sistema nervioso podrían estar involucrados. Con lo que lo único que sí sabemos es que el estrés las afecta directamente y empeora sus síntomas. 

Pero, ¿otra vez el estrés? Pues sí, el que se apunta a todas las fiestas. El estrés juega un papel importante en los brotes de las molestias crónicas como la fibromialgia. Y como no podemos controlar lo que nos pasa, nos toca gestionar cómo nos sentimos al respecto. Tenemos que hacer una gestión de estrés personal para poder mitigar sus efectos en nuestro cuerpo. Esto es, no desgastarnos tanto, distensionar nuestros músculos, oxigenar nuestros tejidos, activar nuestro sistema nervioso responsable de la calma, parar el chorro de hormonas de estrés y volver a nuestro estado de equilibrio cuanto antes. 

Aquí es donde entra en escena el yoga suave de Yoga para cansados onlinecon su amalgama de técnicas de gestión de estrés, como las que te menciono abajo, para ayudarnos a recuperar ese estado de equilibrio evitando que sus efectos terminen empeorando nuestro ser:

  • la liberación miofascial (para liberar tensión muscular);
  • los ejercicios respiratorios llamados pranayamas (que son capaces de traernos a la calma mucho más rápido que una meditación);
  • su naturaleza de atención plena (que cambia nuestro foco de atención y nos trae al presente, distanciándonos de la percepción de la molestia por unos instantes y mostrándonos nuestros rincones de paz). 

Sí, lo sé, puede sonar como algo que solo hacen los hippies en una colina, pero no, el yoga suave de Yoga para cansados online puede llegar a ser un verdadero salvavidas en tu día a día. Además, lo puedes hacer en tu casa y cuando quieras. Lo importante es aprender a darle lugar en tu día a día. Igual que nos duchamos a diario, debemos aprender a cuidar de nuestro ser de la misma forma.

Y ahora que ya conoces los beneficios del yoga suave de Yoga para cansados online, te invito a que pruebes tres posturas sencillas. Si tienes algo más de tiempo, pásate por el canal de YouTube de Yoga pra cansados para hacer una práctica completa (te lo recomiendo, la sesión entera es guiada y está estructurada para conseguir el objetivo de relajación-restauración):

1. Postura del niño (la tienes en la imagen de este artículo): siéntate sobre tus talones con las rodillas separadas. Inclínate hacia adelante y extiende los brazos hacia delante, dejando que tu frente descanse en el suelo. En esta suerte de posición fetal te rindes al suelo, y su sostén y la oscuridad te traen, junto a una respiración profunda, a un momento de introspección y descanso.

2. Postura de la vaca y el gato: comienza en cuatro apoyos con las manos debajo de los hombros y las rodillas debajo de las caderas. Inhala mientras arqueas la espalda hacia abajo, levantando la cabeza y las caderas (vaca). Luego, exhala mientras redondeas la espalda hacia arriba, llevando la barbilla hacia el pecho (gato). Esta secuencia suave es como darle un masaje a tu columna vertebral mientras estás enraizada y sostenida por el suelo y tus bases. ¿Y por qué la he elegido? Bueno, tu columna es la viga maestra de tu cuerpo. ¡Habrá que darle amor!

3. Postura de las piernas contra la pared: siéntate cerca de una pared con un cojín o una manta doblada junto a ti. Acuéstate de lado con las caderas contra la pared y gira el cuerpo para que las piernas queden apoyadas en ella, formando un ángulo recto. Tu cojín o manta debe servir de apoyo a tus caderas. Dobla un pelín las rodillas si lo necesitas. Deja que los brazos descansen a los lados con las palmas hacia arriba. Aparte de relajar las piernas cansadas, nuestra pelvis consigue el apoyo que necesita (dándole también amor y atención en vez de tenerla sosteniéndonos, así como nuestras rodillas y pies) y te pone literalmente en otra perspectiva. Nota, ¿qué sientes de diferente en tu cuerpo estando así?

Quiero que termines este artículo sabiendo que unos pocos minutos de autocuidado y escucha pueden hacer una gran diferencia en tus brotes, y que para eso no necesitas dotes de gimnasta o la elasticidad de un circense. Recuerda que el cuidado de tu ser solo depende de ti y merece la misma atención que el mundo exterior. El yoga suave promueve la autoescucha y la introspección, con lo que pasarás a tener una conciencia corporal más fina, detectando cúmulos de tensión que serás capaz de frenar o trabajar según surjan, antes de que se apoderen de ti. Parece poco, pero aparte de ser considerado ya el 6 sentido, obrará verdaderos milagros en el desarrollo de tus molestias.

A continuación te dejo una práctica que puede servirte:

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